Desde la primera vez,
cuando te conocí
pensé que eras para mi.
Parecía verme reflejada en ti,
comense a sentir cosas
que jamás pense sentir.
De repente tu silencio
se apodero de mi.
Fue despacio poco a poco,
te fuiste alejando,
aprendi que para amar
se necesita de dos.
Arriesgar y luchar,
por lo que se quiere tener.
A veces debemos dejar
que el tiempo se lleve lo que no va.
Tú amargo recuerdo y tu silencio,
son cosas que no podré olvidar.